El miércoles 6 de
marzo, en la Sesión de la Cámara de Representantes el Diputado por Durazno
Prof. Carmelo Vidalin realizó una exposición sobre la conmemoración de los 100
años del Liceo Miguel C. Rubino y de la Escuela de Aviación Militar.
“Dos Instituciones
de mucho prestigio este mes de marzo conmemoran un siglo de sus creaciones. Nos
referimos al Liceo Oficial de Durazno, cuyo nombre lleva el de un hijo pródigo
de nuestro departamento pero que alcanzó ribetes nacional e internacional en su
materia como fue el Dr. Miguel C. Rubino.
La otra institución que también conmemora sus 100 años en este mes, pero
en ámbito nacional es la Fuerza Aérea uruguaya. Iniciaremos nuestra exposición
refiriéndonos a homenajear el primer siglo del Liceo Rubino de Durazno:
Entre los años
1894 y 1908 en la ciudad de Durazno funcionaba un Liceo denominado con el
nombre de “Popular” y cuyo período educacional fue efímero. Recién cuatro años
más tarde a su cierre, en el año 1912, el Dr. Miguel C. Rubino impulsa la
reapertura del Liceo Popular la cual no logra concretarse. Transcurrían los
albores del Siglo XX y las posibilidades escolares de la ciudad de
Durazno aparecían inciertas por la carencia de un Liceo de enseñanza media. Pero,
hubo ciudadanos e hijos duraznenses que fueron pilares incólumes en esos
inicios para la concreción de un Liceo para las generaciones que provenían de
la enseñanza primaria, entre los cuales
citemos a Miguel C. Rubino y que junto a figuras coterráneas e intelectuales
radicados en Durazno consiguen superar toda dificultad y levantan un Instituto
docente sin ningún sostén oficial, recogiéndose para su funcionamiento el
aporte generoso de profesionales locales que sirven para instalar modestos
laboratorios, gabinetes y museos. Es en marzo de 1913 que el liceo funciona con
la conducción de su primer Director, don Alberto Bravo y cuenta con una
matrícula en su primer año de 59 alumnos, de los cuales 22 de ellas son de sexo
femenino. En su centenaria existencia la institución tiene el privilegio de
haber formado a incontables personas que se han destacado por su labor
profesional tanto a nivel departamental y nacional como en el extranjero. El Liceo
que a partir del año 1944 ocupa el actual edificio, tiene la particularidad de
contar con espacios de recreación, amplios salones, gimnasio, y la Sala de Arte
Prof. Arq. Eduardo González Pose con características de de Museo Didáctico.
Este museo cuenta con obras de singular valor entre las que se cuentan las de
autores como Pedro Figari, Juan Manuel Blanes, Arzadum y Solari, entre otras.
El apoyo de las
autoridades, la comunidad de Durazno y el denodado esfuerzo de ex - docentes,
amigos del liceo, asociación de padres de alumnos, cuerpo directivo, docentes de la institución
y alumnos hacen que sus puertas permanezcan abiertas y brindando una educación
tan cara como ha sido su historia. Hoy celebramos el primer Centenario del
Liceo Oficial de la ciudad de Durazno, del Liceo Miguel C. Rubino. Un siglo de
enseñanzas; un siglo donde las direcciones y el cuerpo docente con vocación
legaron su vida a formar generaciones de jóvenes ávidos de aprensión y
crecimiento. Cien años de alumnos, inundando las aulas con sueños, despertares
y estudio”.
100 años de la Escuela de Aviación Militar
“También queremos
exponer en esta Cámara que el venidero 17 de marzo se conmemora los 100 años de
lo que consistió en la lectura de la Orden General No. 1155 del Estado Mayor
del Ejército, emanada del Ministerio de Guerra y Marina, donde se dio por
inaugurada la Escuela de Aviación Militar, en un potrero de la Estancia Santo
Domingo, hoy Campo Militar No.1 del Ejército, cercano a Los Cerrillos,
Departamento de Canelones. Con la modestia que la ha caracterizado pero con la
misma autoridad expuesta en sus alas, nació la Escuela de Aviación Militar,
comenzando de esta manera las actividades aeronáuticas en el país, en ese
primer aeródromo que existió en el Uruguay. Hace un siglo atrás, un puñado de
diez intrépidos jóvenes oficiales del Ejército, se dieron cita en la aludida
estancia, convocados por la referida Orden General, como alumnos de la Escuela
de Aviación Militar, con el fin de aprender a volar; dando inicio el instructor
Monsieur Paillette en aquél 17 de marzo, a la adaptación y el adiestramiento de
sus discípulos y estos, a la gran aventura que significaba enrolarse entre los
primeros hombres que aceptaron en Uruguay. El gran desafío de querer ser
aviadores, en aquellos lejanos años del nacimiento de la “locomoción aérea”
(como se le decía), en un enorme y primitivo aparato biplano tipo Farman, de
madera, tela y alambres, más parecido a una gran cometa, que a la idea que hoy
tenemos de un avión, impulsado por un trepidante y caprichoso motor rotativo de
50 caballos de fuerza. Era la aventura misma, rodeada por ese halo místico de
la aviación naciente, que quién sabe adónde los transportaba cada vez que
les tocaba subir en aquel desmesurado pájaro, sin siquiera un modesto
parabrisas. El Uruguay ha tenido prohombres de la aviación y permítanme nombrar
a dos de ellos, el Cap. Boiso Lanza, primer Director de la Escuela Militar de
Aviación, y primer mártir de la Aviación Militar, y el Gral. Aviador y Aeronauta Cesáreo L.
Berisso.
A ellos lo
encontramos en cada página importante de la rica historia de la aviación uruguaya fundando, creando, organizando y
comandando toda entidad que precedió a la Fuerza Aérea. Formaron parte de aquel
período de la aviación que buscaba nuevas rutas: más lejos, más alto y a mayor
velocidad, ciclo al que nuestro país a pesar de su dimensión no estuvo ajeno,
merced a los hombres de dicha Escuela, institución predecesora de la Aeronáutica
Militar, que fue fundada el 31 de diciembre de 1935, de la cual surgimos
el 4 de diciembre de 1953 como Fuerza Aérea. El rasgo que exhibe la institución
desde su época heroica y que mantiene orgullosamente hasta hoy en día, con las
modificaciones de la organización y los nuevos equipamientos, se acompasan a
una preparación acorde de las tripulaciones aéreas y terrestres que podemos
calificar de excelentes. Lo demuestran fehacientemente cuando se tienen que
cumplir misiones dentro del continente, antárticas o transatlánticas, con
aviones o helicópteros, como ha ocurrido y ocurre en muchas oportunidades. Culminamos
diciendo, que en nuestro Durazno contamos con la Brigada Aérea Nº 2 Tte. Mario
W. Parallada, con escuadrones de caza, vuelo avanzado y de ataque, que son
orgullo de su profesionalidad y escuela de los pilotos nacionales. Durazno, se
identifica con sus vuelos y comparte la alegría del primer Centenario de la
Fuerza Aérea Uruguaya”.
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