jueves, 12 de septiembre de 2013

Vidalín pidió tomar medidas para proteger al sector Apícola

El Diputado Carmelo Vidalín realizó en el Parlamento una exposición escrita dirigida al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola, Intendencia de Durazno, Junta Departamental de Durazno y Sociedad Apícola del Uruguay, solicitando se tomen medidas para proteger al sector apícola y minimizar el impacto de la fumigación.

“Siendo considerada la apicultura una producción integrada a la  cadena agroalimentaria deberá tenerse presente la máxima de Albert Einstein cuando expresó: “Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían cuatro años de vida”.
La primera colmena que arriba al Uruguay se produce en abril de 1834, introducida por Bernardino Rivadavia y a partir de entonces ha sido una actividad productiva que se ha desarrollado en todas las regiones del Uruguay - sin excepciones - reuniendo en torno a ella a productores  apícolas familiares y a productores a gran escala.
En éste último período son muchos los apicultores que están  abandonando la actividad y a su vez otros están siendo absorbidos por productores apícolas de mayores volúmenes, lo cual significa que tienden a desaparecer si no se toman medidas en procura de proteger al rubro apícola.
De acuerdo a cifras oficiales en el último quinquenio hay un continuo descenso en el número de productores apícolas y propietarios de colmenas. En el año 2009 existían 3.217 productores, en  el año 2010 la cifra era de 3.180 y en éste último año resultó ser de 3.165.
En lo que respecta a la producción de miel exportada en el año 2011 fue de 14.180 toneladas, resultando U$$ 42.656.560 las divisas que ingresaron a nuestro país fruto de las ventas al exterior.
Nuestro país cuenta con una producción de mieles de diferentes variedades, ejemplo: “miel poliflora”, “miel de eucaliptus”, “miel clara”, “miel oscura” y “miel de citrus” las cuales son consideradas atractivas por el mercado.
La presencia de residuos agrotóxicos en nuestras  mieles es algo que para cualquier productor es tema serio, pero para el Uruguay debe representar una preocupación mayor teniendo en cuenta que el 95% de la miel producida en nuestro país se exporta. Si además le agregamos el cambio de clima, sequías prolongadas, la baja en el precio de la miel, el incremento del precio del combustible y el aumento del área agrícola con cultivos que no colinden con  la apicultura le resultan adversidades letales.
Asimismo, se debe considerar la importancia del sector jerarquizando a la apicultura, teniendo en cuenta la importancia que realmente tiene, tanto en el ingreso de divisas  como en las fuentes de trabajo que ocupa.
El efecto polinizador que cumple las abejas con las plantas no ha sido suplantado, y su función potencia el rendimiento de cultivos al punto que su pérdida podría ocasionar una carencia notable de alimentos.
Deberán extremarse las medidas sanitarias para evitar la interacción del vuelo de la abeja, o de la presencia de apiarios, con las aplicaciones de sustancias fitosanitarias que irremediablemente provocan un daño a las abejas. Además, deberá tenerse en cuenta el perjuicio que provocan las plantaciones de monocultivos.

Por lo expuesto, en virtud que la pérdida de abejas podría afectar fuertemente al país y que hay factores de riesgo que están afectando a la apicultura en Uruguay se solicita tomar medidas para proteger al sector y coordinar acciones para minimizar el impacto de las fumigaciones de pesticidas sobre plantaciones de cultivos realizándolo durante las  horas nocturnas”.  

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